Y eso es todo?
– Sí..
– Nada más?
– Nada más.. Lo siento..
Te miré fijamente intentando atrapar y sostener esa mirada que escapaba nerviosa mirando al suelo.
Eso era todo. Un adiós. Un simple trámite que lo solucionaba todo.
Se suponía que a partir de ahora ya no tendría que preocuparme más por ti.
Ya no me desviviría para cuidarte, ni tendría que tener preparados esos mimos que tanto te gustan.. gustaban..
Vaya, me va a costar mucho hablar de ti en pretérito.
Solo tengo una pregunta que hacerte:
Qué haré ahora con todo ese amor que me quedaba por darte?